• Título:  PAPEL INMUNOMODULADOR DE LAS EXOVESÍCULAS DE TRYPANOSOMA CRUZI EN LA ENFERMEDAD DE CHAGAS
• Autor:  PRESCILLA LEDEZMA, ALEXA
• Universidad:  Universidad de Granada
• Departamento:  Escuela de Doctorado de Ciencias, Tecnologías e Ingenierías de la Universidad de Granada
• Fecha de Lectura:  29/04/2021
• Programa de doctorado:  Programa de Doctorado en Biología Fundamental y de Sistemas por la Universidad de Granada
• Dirección: 
  • OSUNA CARRILLO DE ALBORNOZ, ANTONIO (DIRECTOR)
• Tribunal: 
  • VALLADARES HERNÁNDEZ, BASILIO (PRESIDENTE)
  • Marín Sánchez, Clotilde (SECRETARIO)
  • SEPÚLVEDA JUSTO, MARIA DEL ROSARIO (VOCAL)
  • BOTELLA CUBELLS, LUISA MARIA (VOCAL)
  • Kemmerling, Ulrike (VOCAL)
• Descriptores: 
  • ENFERMEDAD
  • PARASITOLOGIA HUMANA
  • CARDIOLOGIA
• Fichero de tesis:
• ISBN:  9788413068701
• Resumen:
  La enfermedad de Chagas (EC) o tripanosomiasis americana identificada en 1909 por Carlos Chagas, es una de las 10 enfermedades más olvidadas y desatendidas que afectan a las poblaciones pobres en las Américas. Con 8 a 10 millones de personas ya infectadas y hasta 120 millones de personas en riesgo de infección, se ha extendido a Europa, Estados Unidos, Canadá y Japón. Esta parasitosis es causada por T. cruzi, un hemoparásito, protozoo flagelado que es transmitido por la picadura de un chinche triatomino, que en sus heces contiene el parásito, aunque existes otras vías de transmisión. Actualmente, se reconocen seis unidades de tipificación discreta (DTU), TcI a TcVI, además de TcBat. Las correlaciones entre DTU / distribución geográfica / especies hospedadoras y patogenicidad siguen generando controversias. La infección con T. cruzi es una de las principales causas de enfermedad cardíaca en todo el mundo en donde se han descrito dos fases, la aguda y la crónica. La patogenia de la miocardiopatía chagásica crónica (CCC) es un tema de debate en la actualidad, pero la persistencia del parásito, los mecanismos autoinmunes, la disfunción autonómica y las alteraciones microcirculatorias se han propuesto como las principales causas fisiopatológicas de la enfermedad. Desde los primero estudios en 1930, se ha descrito que las manifestaciones clínicas más comunes en casos confirmados de cardiopatía chagásica en Panamá son arritmia cardíaca, cardiomegalia, disfunción de la conducción nerviosa, fiebre y adenitis cervical y submaxilar, con una parasitemia corta y una fase crónica benigna en comparación con la documentada en América del Sur. Algunas investigaciones sugieren que las diferentes manifestaciones clínicas entre Panamá y los países de América del Sur podrían ser el resultado de la divergencia genética geográfica entre las cepas de T. cruzi, o debido a diferencias en las respuestas inmunitarias humanas. En este sentido estudios científicos en Panamá han confirmado la existencia de una cepa de T. cruzi TcI. En nuestros trabajo de investigación hemos encontrado que a parte de la TcI, ya descrita, existe una población mixta (Tc II, Tc V y Tc VI), que convergen en la comunidad estudiada. Se ha descrito que durante la infección por T. cruzi tanto el parásito como las células hospedadoras liberan exovesículas (EVs) y que las EVs del parásito, al menos, confieren protección contra el ataque del complemento facilitando la invasión de T. cruzi a las células de mamíferos. Las EVs han sido asociadas a la inmunomodulación y a la supresión de las respuestas inmunitarias activas de las células T. También se ha propuesto que las proteínas del parásito secretadas en estas EVs están implicadas en la invasión de los tejidos. Durante el inicio de la infección en la EC, el sistema inmunológico innato juega un papel importante en el control de la replicación y diseminación del parásito en los tejidos del huésped (hígado y bazo), con la participación de las citocinas IFN-¿, TNF-¿ e IL-12 y de células inmunes como macrófagos, NK y células dendríticas que favorecen en el establecimiento de las respuestas inmune. Las citocinas producidas durante la infección por T. cruzi (IFN-¿, TNF-¿, IL-1¿ TGF-ß e IL-10) son capaces de inducir o regular la producción de quimiocinas en macrófagos y potencialmente en los miocitos cardíacos infectados. En este sentido hemos estudiado como la respuesta inmune levantada por las diferentes preparaciones, difieren tanto con el tipos de inoculo (EVs, EVs tratada térmicamente y sus respectivos inmunocomplejos) como en el órgano donde se acumulan (hígado o bazo) en relación con el tiempo. Los hallazgos de este estudio refuerzan el concepto de que un delicado equilibrio entre las citocinas reguladoras e inflamatorias representa un elemento clave en el establecimiento de las distintas formas de la EC crónica, ya sea en modelos experimentales murinos como humanos. La evaluación de las propiedades fisicoquímicas de las EVs, como el tamaño, la forma, la carga superficial, la densidad y la elasticidad, es necesaria para determinar sus interacciones biológicas. De manera que la determinación precisa de estas propiedades se ha hecho de forma rutinaria durante todo el proceso de experimentación. Cada metodología utilizada aportó información imprescindible en nuestra experimentación ya que los diversos métodos son útiles dependiendo de los objetivos trazados. La información tanto del tamaño (DLS) como el contenido (Western Blot), ha complementado los hallazgos confirmados por las técnicas microscópicas (confocal, SEM, TEM, y AFM), y los estudios mediante inmunoquímica. En consecuencia, con el fin de comprobar la adhesión de EVs de tripomastigotes de T. cruzi y las interacciones con la superficie de las células, se estudió la captación de EVs en células Vero y macrófago a través de diversas microscopias, encontrado que la célula puede utilizar varias vías de internalización, que puede ser las dependiente de clatrina, caveolina o cualquier otra dependiendo del tamaño de la EVs y el tipo de célula.