• Título:  ORÍGENES CULTURALES DE LA ILUSTRACIÓN EUROPEA
• Autor:  Arroyo García, Valeria Nantu
• Universidad:  Universidad Autónoma de Madrid
• Departamento:  Filosofía
• Fecha de Lectura:  08/04/2022
• Programa de doctorado:  Programa de Doctorado en Filosofía y Ciencias del Lenguaje por la Universidad Autónoma de Madrid
• Dirección: 
  • DUQUE PAJUELO, FÉLIX (DIRECTOR)
• Tribunal: 
  • PARDO TORÍO, JOSÉ LUIS (PRESIDENTE)
  • ROCCO LOZANO, VALERIO (SECRETARIO)
  • SÁNCHEZ MADRID, NURIA (VOCAL)
  • VAZQUEZ GARCIA, FRANCISCO (VOCAL)
  • Pardos Martínez, Julio Antonio (VOCAL)
• Descriptores: 
  • HISTORIA DE LA FILOSOFIA
  • FILOSOFIA POLITICA
  • FILOSOFIA DE LA CULTURA
  • FILOSOFIA DE LA HISTORIA
• Localización:  REPOSITORIO DE TESIS ¿ BIBLIOTECA UAM
• http://hdl.handle.net/10486/702842
• Resumen:
  La Ilustración, tal y como ha sido estudiada por autores clásicos como Paul Hazard (La Crisis de la Conciencia europea, 1935) o Ernst Cassirer (La filosofía de la Ilustración, 1932) es comprendida como El Siglo de las Luces, la Era de la Razón, o la Época de la Crítica, identificada grosso modo con el siglo XVIII. Estas lecturas representan un punto de vista ilustrado sobre la Ilustración, e insisten en sus aspectos racionales e intelectuales. Sin embargo, según la interpretación de la Historia conceptual [Begriffsgeschichte], la Ilustración ha sido comprendida, de hecho, como un concepto de época, que se refiere al movimiento espiritual europeo iniciado en la segunda mitad del siglo XVII, punto de partida de esta investigación y de enraizamiento del «mundo moderno». A la luz de esta definición, está claro que la Ilustración ocupa un lugar privilegiado dentro de la Historia de la Filosofía Moderna. Por todo ello, partiendo de las investigaciones genealógicas del Foucault de los cursos en el Collège de France [Hay que defender la Sociedad: 1975-76; Seguridad, Territorio, Población: 1977-78; Nacimiento de la Biopolítica: 1978-79], la pregunta que opera como guía de la investigación es en qué medida la Ilustración ha funcionado como discurso legitimador de prácticas expansionistas territoriales, militares, comerciales y culturales al servicio de una pequeña porción de la población mundial: los europeos. De fondo, late la preocupación por comprender la Ilustración, no como un concepto cerrado, sino como un proceso histórico abierto, no sólo al presente, que nos constituye a nosotros mismos, sino abierto siempre, a distintas lecturas, interpretaciones, y reapropiaciones.